Villa encarna la conjunción de una técnica depurada y una visión artística singular. Su precisión en la elección cromática da lugar a paletas capaces de transmitir un espectro emocional amplio, que transita de la melancolía a la euforia. La captación de la luz y la sombra en sus composiciones confiere profundidad y una dimensión envolvente a cada obra.
Su método de trabajo se caracteriza por una planificación rigurosa y una ejecución cuidadosa. Emplea acrílicos, óleos y técnicas mixtas, evidenciando una disposición constante a la investigación y a la experimentación plástica.
La capacidad de Villa para articular narrativas a través de la pintura ha encontrado reconocimiento tanto en la crítica especializada como entre los coleccionistas. Su producción refleja un momento de cambio y exploración en el arte contemporáneo, desafiando convenciones y proyectando una influencia que trasciende generaciones.


